En Río de
Janeiro, hubo el lanzamiento de la campaña "Amigos de Cristo, amigos de
Fe", para las obras de preservación del monumento y manutención del
Santuario Cristo Redentor.
El arzobispo carioca Mons. Orani João Tempesta llamó a fieles y la sociedad a acoplarse a la campaña, a fin de que sean implementadas las acciones necesarias para la conservación del monumento, siendo algunas urgentes.
Conforme a Mons. Tempesta, para la construcción del monumento - inaugurado en 1931 -, hubo la colaboración de toda la sociedad y, hasta incluso, de los indios que antiguamente habitaban la región.
Esta es la razón por la cual las piedras que recubren toda la superficie de la imagen tienen, en el reverso, los nombres de los bienhechores.
Antes de encerrar la ceremonia, el Cardenal Tempesta hizo una breve oración, para que "en medio a las dificultades porque pasa nuestro mundo, sean encontradas soluciones para que continuemos siendo hermanos y hermanas en este nuestro país".
Al final, el purpurado dio su bendición y reafirmó su deseo para que "desde lo alto del Corcovado sean bendecidos todos los países, todas las ciudades, todas las familias, todas las personas".
Fuente: Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Río de Janeiro
El arzobispo carioca Mons. Orani João Tempesta llamó a fieles y la sociedad a acoplarse a la campaña, a fin de que sean implementadas las acciones necesarias para la conservación del monumento, siendo algunas urgentes.
Conforme a Mons. Tempesta, para la construcción del monumento - inaugurado en 1931 -, hubo la colaboración de toda la sociedad y, hasta incluso, de los indios que antiguamente habitaban la región.
Esta es la razón por la cual las piedras que recubren toda la superficie de la imagen tienen, en el reverso, los nombres de los bienhechores.
Antes de encerrar la ceremonia, el Cardenal Tempesta hizo una breve oración, para que "en medio a las dificultades porque pasa nuestro mundo, sean encontradas soluciones para que continuemos siendo hermanos y hermanas en este nuestro país".
Al final, el purpurado dio su bendición y reafirmó su deseo para que "desde lo alto del Corcovado sean bendecidos todos los países, todas las ciudades, todas las familias, todas las personas".
Fuente: Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Río de Janeiro
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