[…] IV – Conclusión
“Es por medio de tal lección que Jesús extirpa hasta las raíces la antigua dureza e implanta su nueva caridad”. [29] Cesa el régimen del egoísmo y se abre para la humanidad una vía fundamentada en el amor, que servirá de norte para los cristianos de todos los tiempos. No se trata, sin embargo, de un amor espontáneo y pasajero, fruto de la simpatía natural, de los lazos familiares o del sentimiento humano, sino de un amor que brota de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe sincera y sin ostentación, como expresa con tanta propiedad el vocabulario griego con el término ἀγάπη (ágape, traducido en la Vulgata por diligere).
“Es por medio de tal lección que Jesús extirpa hasta las raíces la antigua dureza e implanta su nueva caridad”. [29] Cesa el régimen del egoísmo y se abre para la humanidad una vía fundamentada en el amor, que servirá de norte para los cristianos de todos los tiempos. No se trata, sin embargo, de un amor espontáneo y pasajero, fruto de la simpatía natural, de los lazos familiares o del sentimiento humano, sino de un amor que brota de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe sincera y sin ostentación, como expresa con tanta propiedad el vocabulario griego con el término ἀγάπη (ágape, traducido en la Vulgata por diligere).