La celebración de esta Eucaristía será con intención de reparación y desagravio por la profanación y hurto del pasado 22 de noviembre a la Capilla del Santísimo Sacramento en el interior del templo de la Catedral, donde desconocidos forzaron la cerradura del sagrario y se han llevado dos copones que contenían Hostias Consagradas.
“Para los fieles católicos, más allá del episodio policial, el hecho de que se hayan llevado las Formas Consagradas (hostias), significa una profanación de la Eucaristía, lo más sagrado que tenemos los católicos, la presencia misma del Señor Jesús.”, expresaba el comunicado de esos días.
Como comunidad nos solidarizamos en la oración y nos unimos en esta Santa Misa de reparación y desagravio. Reparación en el sentido que expresa la raíz de la palabra: “reparare”, preparar de nuevo, restaurar. Queremos venerar la Eucaristía, el Cuerpo de Cristo, el Señor mismo que se nos da como alimento. En esta celebración queremos rezar por todas las personas que como Cristo haya sido herida en su dignidad, por la injusticia, la violencia en la familia y en la sociedad, por la soledad, la angustia y la depresión de muchos, la enfermedad y la muerte.
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