“La familia, en los tiempos modernos, ha sufrido quizá, como
ninguna otra institución, la acometida de las transformaciones amplias,
profundas y rápidas de la sociedad y de la cultura”, con esta singular frase
comienza la Exhortación Apostólica de San Juan Pablo II, Familiaris Consortio / La Comunidad de la Familia), hace 40 años.
Transformaciones a través de las cuales –en estos momentos marcadamente – se sienten las fuerzas del mal intentando, por un lado, destruirla, y por otro, desformarla (FC, 3).