Benedicto XVI y Monseñor João Clá Dias, EP - Un vínculo que perdura y se
fortalece.
Cuando Benedicto XVI subió al solio pontificio, los vínculos que los
Heraldos del Evangelio y su fundador tenían con el Sucesor de San Pedro se
volvieron indisolubles. En recientes visitas a él en el Vaticano, fue posible
comprobar la fuerza de esa unión de personas y de misión.
Caía la tarde en el Vaticano en el último pasado día 29 de noviembre. Una atmósfera de serenidad marcaba el ambiente mientras se acercaba el momento en que Benedicto XVI recibiría a dos sacerdotes Heraldos del Evangelio: el P. Alex Barbosa de Brito y el P. Antonio Guerra de Oliveira Júnior.
Ambos habrían de esperar unos minutos hasta que Su Santidad concluyera el Rosario junto a la gruta de Lourdes, de los jardines pontificios. Mientras tanto, muchas impresiones les venían al espíritu, intercaladas por la emoción de comparecer en nombre de Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP, ante un Papa que representa mucho para la Santa Iglesia.
Caía la tarde en el Vaticano en el último pasado día 29 de noviembre. Una atmósfera de serenidad marcaba el ambiente mientras se acercaba el momento en que Benedicto XVI recibiría a dos sacerdotes Heraldos del Evangelio: el P. Alex Barbosa de Brito y el P. Antonio Guerra de Oliveira Júnior.
Ambos habrían de esperar unos minutos hasta que Su Santidad concluyera el Rosario junto a la gruta de Lourdes, de los jardines pontificios. Mientras tanto, muchas impresiones les venían al espíritu, intercaladas por la emoción de comparecer en nombre de Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP, ante un Papa que representa mucho para la Santa Iglesia.