miércoles, 20 de septiembre de 2017

Especial mensaje del Padre Alberto Arcos-Pérez, EP para Radio “La Voz de María” (Ecuador)

El Padre Alberto Arcos-Pérez EP, encargado de los Heraldos del Evangelio en Uruguay, a pedido de un amigo en común, envió un mensaje de saludo al prestigioso programa “La Voz de los Jóvenes”,  que dirigen Geraldine Weber y Héctor Quinto, de Radio
“La Voz de María 88.1 FM”, Guayaquil, Ecuador. Lo  compartimos con nuestros lectores por considerarlo de gran interés.
Les envío paternalmente este saludo desde Uruguay. Podríamos hablar de la esperanza, de la virtud de la esperanza, en vista que hoy estamos viviendo tiempos muy difíciles, donde hay crisis  por todas partes y en todos los lugares; se nos presentan las cosas llenas de sombras y de incógnitas. El demonio, enemigo de nuestra salvación quiere acabar con la esperanza en la humanidad, especialmente entre los jóvenes y los adolescentes, porque él sabe que “la juventud  no fue hecha para el placer sino para el heroísmo”, según palabras del francés Paul Claudel.
Por esto, les ofrece todo tipo de goces, con cosas pasajeras y quiere quitarles las expectativas de los horizontes grandiosos a los que deben aspirar, ya que todo parece que se encamina hacia lo contario.
En materia de virtud, el heroísmo no es una obligación sólo para los jóvenes, sino de todos los hombres sin excepción, según nos enseña Monseñor João Clá Dias, EP fundador de los Heraldos del Evangelio.
En los días en que vivimos,  la virtud de la esperanza tiene que estar muy viva en nuestras almas, dándonos la seguridad que en determinado momento Dios intervendrá.
Pero, me podrán decir ¿en quién tener esperanza? ¿Cuál es el objeto de nuestra esperanza? María, Madre de la Iglesia es el modelo de los fieles, y es a través de Ella que llegamos a Jesús. Dirijamos entonces ahora, nuestra mirada a lo alto del Calvario cuando el Señor estaba a punto de derramar las últimas gotas de su sangre, para nuestra salvación. En el auge de su agonía, Jesús al ver su Madre y, junto a Ella al discípulo al que amaba dijo a su Madre: “Mujer ahí tienes a tu hijo”. Y luego dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu Madre”. De esta manera le entregaba a Ella todos los hombres como hijos en la persona de San Juan.
La Virgen Santísima es por consiguiente, además de Madre de Dios, madre amantísima de cada uno de los bautizados. María es entonces, Madre de la esperanza y es a quien debemos recurrir en todos los momentos difíciles, sean personales, familiares o sociales.
Con los ojos puestos en la Virgen,  envío mi especial bendición  para Radio “La Vozde María” y a todos sus oyentes.