viernes, 10 de noviembre de 2017

Comentario al Evangelio del XXXII Domingo (domingo 12 de nov.) del Tiempo Ordinario – Ciclo A, por Mons. João S. Clá Dias, EP

Alegría o temor, ante el Esposo que llega
[...] Una profecía segura: nuestra muerte
No dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy, ¡porque tal vez esta misma noche seremos juzgados! Profecía cierta y segura es esta: todos moriremos. Día y hora, sin embargo nadie lo sabe, ya que hasta el enfermo al borde de la muerte ignora el momento exacto, en que ésta le sobrevendrá. ¿Quién osará prometerle que va a despertar mañana? ¿Quién se atreverá a garantizar que terminará de leer este artículo? Nuestro destino es la muerte, y su perspectiva nos auxilia a abandonar los apegos y nos saca del camino errado que abrazamos. Entrar por las vías del vicio es una locura, porque nada hay en la faz de la Tierra más contrario a Dios que el pecado, que nos expone a ser sorprendidos por el justo Juez en el momento en que menos esperamos (cf. Mt 24, 44.50; Lc 12, 46), con las manos vacías y las lámparas apagadas. ¡Y Él dirá que no nos conoce!
Pidamos a Nuestro Señor Jesucristo, por intercesión de la Santísima Virgen, la gracia de ser realmente vigilantes en nuestros pensamientos, deseos y acciones, en vista de la santidad en todo. Así estaremos siempre con la lámpara abastecida de aceite.
Monseñor João S. Clá Dias, EP