domingo, 20 de noviembre de 2016

Lugares y edificios públicos franceses abren sus puertas a los Pesebres Navideños

El Consejo de Estado de Francia acaba de zanjar un debate que pone de manifiesto las contradicciones del laicismo francés desde hace décadas, al permitir pesebres navideños en lugares y edificios públicos siempre y cuando su instalación tenga un carácter decorativo y no proselitista.
Para la máxima instancia administrativa gala, el Pesebre no solo es un símbolo religioso, sino también una decoración que, como los árboles de Navidad o las guirnaldas, "acompaña tradicionalmente las fiestas de fin de año".
Su instalación en el interior de cualquier edificio o sede de un colectivo o de un servicio público no será posible si no tiene un carácter "cultural, artístico o festivo", por respeto al principio de neutralidad del Estado.
En el resto de espacios públicos, será legal si no busca reivindicar una opinión religiosa, por lo que por ejemplo estará permitido en las plazas de las Intendencias y Alcaldías si nadie reparte folletos religiosos al lado, explicó a EFE una portavoz del organismo.
Con su veredicto,

el Consejo se posicionó en la línea expresada por la ponente pública Aurélie Bretonneau, que el pasado 21 de octubre le presentó sus conclusiones en un informe al respecto y se mostró en contra de toda prohibición sistemática.
Aunque no hay estadísticas actuales de la instalación de pesebres en los espacios públicos, las cifras conocidas en las zonas rurales no son "anecdóticas", sobre todo en el sureste, este y norte del país, explicó Bretonneau en sus conclusiones.
Y aunque esta práctica parece menos frecuente en las grandes ciudades, en París, por ejemplo, se puso un Pesebre en la plaza de la  Alcaldía cada Navidad entre 1985 y principios de los años 2000, y un "nacimiento" monumental ocupó el patio del consistorio de Avignon desde 1999 hasta mediados de la década de 2000.
Lo cierto es que con el tiempo, las estatuillas  de Jesús, María y José han pasado a ser, para muchos, un elemento decorativo de las fiestas navideñas, más que un símbolo religioso, sin por ello dejar de ser esto último.[...]
Lejos también de la polémica, los días festivos nacionales de origen religioso fueron mantenidos por la ley de 1905, por lo que un país que cuestiona la iconografía navideña en nombre del laicismo, tiene como festivos el lunes de Pascua, la Ascensión, Pentecostés, la Asunción y el propio 25 de diciembre.
La decisión salomónica de hoy, mientras tanto, ha parecido contentar a la Conferencia episcopal, que sostiene que siempre ha visto en los Pesebres un símbolo tanto religioso como cultural, pero que recuerda que los desafíos actuales de la sociedad "sobrepasan" ampliamente la cuestión de la presencia de los Pesebres.
Fuente: www.efe.com


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