Mi esposa y yo somos padres de tres hijos que estudian en São Paulo [Brasil], en dos colegios, y se hospedan en las casas de los Heraldos del Evangelio, en un mismo proyecto educativo. En los últimos meses, nosotros y millares de otros padres y madres hemos pasado por momentos de aprensión.
Recientes declaraciones de Su Eminencia el Cardenal Raymundo Damasceno Assis, en su condición de Comisario Pontificio junto a los Heraldos, realizadas en una Audiencia de Conciliación en Bogotá, cuyo acuerdo tiene fuerza de sentencia firme y tránsito a cosa juzgada, en alguna medida nos devolvieron la paz de espíritu necesaria y fundamental para que podamos seguir apoyando a nuestros hijos en este camino educativo.
![]() |
Cardenal Raymundo Damasceno Assis. |
Esa decisión pretende justificarse en supuestas denuncias de
que la mayoría de las veces los hijos son excluidos de la vida de las familias,
que los contactos con los padres no están suficientemente garantizados, y que
la disciplina que se practica en la comunidad de los Heraldos del Evangelio
sería excesivamente rígida.
Para prevenir posibles abusos de conciencia y plagio contra los menores, el Cardenal Braz de Aviz decide que los menores no podrán alojarse en las casas de los Heraldos.
Tales justificaciones generaron perplejidad, ya que
nosotros, padres y / o responsables legales, no concordamos que en los
ambientes de los Heraldos se practiquen “abusos de conciencia” o “disciplina
excesivamente rígida”. Frecuentamos asiduamente los establecimientos de los
colegios y las casas de los Heraldos, y somos testigos de que tales abusos
nunca existieron; además, nuestros hijos no nos ocultarían estos problemas, si
existiesen.
Todos los padres de los menores que se hospedan en las casas
de los Heraldos entregaron al Cardenal Damasceno una petición en tres idiomas
en la que registraban su inconformidad con la decisión tomada por el Cardenal
Braz de Aviz y por el Comisario Pontificio, el cual declaró que desconocía las
acusaciones y a los acusadores, y que apenas cumplió con la decisión del
Cardenal Braz de Aviz.
La gravedad de las cuestiones planteadas llevó a que, en
Colombia, los representantes legales de la Fundación Colegio Alcázar Campestre
y de la Corporación Colegio Pilares del Castillo (colegios colombianos que
actúan en asociación con los Heraldos en Colombia) presentasen al Centro de
Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá, un pedido de
audiencia con el Cardenal Damasceno y el representante de los Heraldos del Evangelio para llegar a un acuerdo satisfactorio.
Durante la referida audiencia, celebrada el pasado 29 de
septiembre, el Cardenal Damasceno reveló que había sido informado por la
Nunciatura Apostólica en Bogotá de que ella no había recibido denuncias,
evidencias, indicios, comunicaciones, pruebas, investigaciones o decisiones
judiciales que permitan suponer la ocurrencia de “disciplina excesivamente
rígida” afectando la “relación indispensable con las familias”, “posibles
abusos psicológicos”, o peligro de “plagio” o, en general, conducta alguna que
permita poner en duda la labor llevada adelante por los Heraldos del Evangelio
y por los colegios.
El Cardenal Damasceno también aclaró que el hecho de que los
colegios cuenten con las autorizaciones legales otorgadas por las autoridades
competentes les permite desarrollar de forma estable y continua sus trabajos de
educación y alojamiento legalmente autorizados, para los cuales el DECRETO nº
29/2021 no se aplica ni impide el desarrollo del proyecto educativo arriba
mencionado.
Numerosos conceptos de juristas de diversas naciones
coinciden en que la autoridad eclesiástica no es competente para tomar
decisiones sobre materias propias de la legislación civil y, en especial, las
relativas al derecho natural que los padres tienen, de escoger la forma y el
modo de educación de sus hijos.
Además, dichos conceptos están armonizados con las
sentencias judiciales proferidas sobre este mismo asunto en Ecuador y Brasil,
que determinan el cumplimiento de los contratos celebrados entre los padres y
los Colegios y con la propia Asociación Heraldos del Evangelio.
Resta apenas una cuestión: ¿La decisión y el decreto, al no ser aplicables en Colombia, serían aplicables en los demás países? Y caso se pretenda aplicarlo, ¿por qué razón lo sería? ¿Habrá dos pesos y dos medidas, unos para Colombia y otros para los demás países?
Queremos agradecer al Cardenal Damasceno por la actitud
valiente y coherente adoptada en Colombia y por haber disipado la confusión que
noticias falsas (fake news) de fuente desconocida crearon en las oficinas de Su
Eminencia el Card. Braz de Aviz…
Por
Felipe Nery Martins, docente y educador, y Renata Gusson Agelune Martins,
farmacéutica y bioquímica
Fuente: Gaudium Press
Se autoriza su publicación citando la fuente.
____________
Notas relacionadas:
Aclaraciones al respecto de una noticia sobre los Heraldos del Evangelio publicada por ADISTA.it
Heraldos del Evangelio: jaque (¿mate?) al Vaticano - por Valerio Gigante
Los Heraldos del Evangelio entre Stalin, Pilatos y Cauchon. Pero, ¿por qué?
Heraldos del Evangelio se pronuncian sobre supuesto cierre de colegios
No hay comentarios:
Publicar un comentario