Si en los inicios de nuestra era los paganos, al referirse a los cristianos, decían "vean cómo se aman" [12],
en nuestros días, tan tristemente paganizados, ese afecto debe brillar para atraer a aquellos que se alejaron de la Iglesia. Y, para ello, necesitamos expulsar de nuestras almas todos los sentimentalismos, romanticismos o egoísmos que puedan existir en ellas.
"Amadísimos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios y todo aquel que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios", exhorta en la segunda lectura al Apóstol San Juan (I Juan 4, 7). Quien ama con verdadero amor no busca ser adorado por el otro, ni exige reciprocidad. Por el contrario, procura ser educado, cuidadoso y celoso con todos, sin hacer acepción de personas, buscando reflejar de algún modo en la convivencia del día a día el afecto inefable que Cristo manifestó por cada uno de nosotros durante su Pasión.
Monseñor Joao S. Clá Dias, EP |
(Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP in “Lo inédito sobre los Evangelios” Volumen II, Librería Editrice Vaticana)
12 TERTULIANO. Apologeticum. c.39: ML 1, 584.
[13] BENEDICTO XVI. Caritas in veritate, n.3.
Texto completo en: Comentario al Evangelio del VI Domingo de Pascua por Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP