Con el
fin del invierno y el comienzo de la primavera, algunas plagas como zancudos,
tábanos y mosquitos vuelven a circular.
¡Este artículo ayudará a exterminarlas!
En muchos países, los meses más húmedos y calurosos
coinciden con el retorno de toda suerte de mosquitos, tábanos y zancudos, que
reaparecen infestando los hogares y perturbando la tranquilidad.
Esta sensación de “llegada de los meses calientes” es la que nos viene cuando vemos que algunos mosquitos de la facción anti-Heraldos retomaron sus actividades en los últimos dos últimos meses.
Obviamente, llamarlos de mosquitos es sólo un modo de decir
para expresar lo que vemos. Pero la verdad es que debe haber alguna explicación
para esta recurrencia.
Algunos de nosotros opinamos que, una vez más, están
poniendo a disposición material para "justificar" las próximas
decisiones inverosímiles que puedan provenir del actual comisariado. En plena
sintonía con el cardenal-verdugo Mons. Caifás de Aviz, no sería de extrañar que
tengan información privilegiada y estén operando como trompeteros para crear el
ambiente favoreciendo la actuación del prelado en cuestión.
Pero otros son de la opinión -que tenían de antes- en el
sentido de que esto es sólo la vieja manía de elegir un objetivo agregado, para
olvidar un poco su propia mediocridad.
Claro que la vida ahora está mucho más difícil para ellos.
Después de la avalancha de vídeos sobre la vida interna de los Heraldos del
Evangelio, quedó difícil hacerles creer a las personas los relatos delirantes
que ellos difundían. Frente a los rostros, tranquilos, saludables y sonrientes
de los Heraldos, ya no surten más efecto los videítos de los enemigos que
esconden la cara.
Entonces, la salida estaría en buscarle “el pelo al huevo”
–por ejemplo, criticando temáticas referidas al Ordo y al Carisma. Dura tarea
para quien hace dos años estaba conmemorando el “inminente” cierre de los
Heraldos, después del intenso cañoneo mediático.
En esta ocasión vamos a comentar trechos de un texto publicado por ellos, sobre la respuesta de los Heraldos del Evangelio a la noticia falsa publicada por el sitio Metrópoles, de que el Vaticano habría mandado “cerrar” los colegios.
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| Alumnos de uno de los colegios de los Heraldos del Evangelio. |
En lo relativo a la noticia en sí, juzgamos que el
periodista fue víctima de su propia pereza: probablemente no investigó nada,
y apenas actuó como ha sido la costumbre últimamente de los diarios, que es de
ser meros replicadores de intrigas. Sobre todo después de esta pandemia, quedó
claro para el mundo entero que los mass
media interesados por los “grandes reportajes” y “graves denuncias” no
existen más (si es que algún día existieron) – lo que restó es un
montón de redacciones estándar, ocupadas por debiloides
que replican historias prefabricadas que quieren hacer creer son verdaderas.
Y no somos nosotros que lo estamos diciendo; basta simplemente buscar en
Internet para encontrar buenos artículos que confirman esto.
Así que dejemos a los periodistas en manos de los abogados y
concentrémonos en lo que dice la facción anti-Heraldos.
Tras la publicación de la nota de los Heraldos en respuesta
a Metrópolis, publicaron un texto con
varias críticas. Veamos algunos extractos:
Anti-Heraldos
– “sería indispensable que [la nota]
analice directamente la decisión del Vaticano, esclareciendo cuál es su real
contenido, y cuáles son sus efectos prácticos. No hace ese análisis, y así
elude el problema, evitando discutir de modo frontal el documento que es el
centro del debate. No es la mejor forma, y demuestra poca lealtad con el
público en general, y con sus propios simpatizantes, que esperan una manifestación
pública y clara al respecto.
COMENTARIO – En este sentido, es obvio que los Heraldos
enfrentaron el contenido de la decisión. Pero lo hicieron con un recurso revocatorio
que presentaron al Vaticano, y consideraron que no había interés en difundirlo
por un medio público. Sabemos que Mons. Caifás y los anti-Heraldos prefieren
juicios al estilo “Poncio Pilatos”, y adoran lanzar las cosas para la multitud,
principalmente a través de los mass
media. Pero no es así que las cosas funcionan (o deberían funcionar). Los
procesamientos no son espectáculos públicos, y deben ser mantenidos entre las
partes interesadas, más aun tratándose de procesos eclesiásticos.
Anti-Heraldos – En este sentido, se constata que en
ningún momento la nota de los Heraldos del Evangelio revela cualquier posición
de diálogo con las autoridades del Vaticano. No menciona la menor posibilidad
de subsanar o corregir eventuales errores, caso sea verificado o comprobado.
COMENTARIO – El autor de este texto en cuestión –que conoció
la institución cuando aún era la TFP- debería recordar que, en cualquier folleto difundido por
esa institución, siempre había una nota de conformidad con el juicio de la
Iglesia. Nota que, dicho sea de paso, ya publicamos aquí antes. Esta postura, de hecho, existía
desde el lanzamiento del libro 'En Defensa de la Acción Católica', en los años cuarenta.
El Dr. Plinio Corrêa de Oliveira cuando publicó el libro, fue misteriosamente “cancelado” por
las autoridades eclesiásticas, pidiendo entonces ser juzgado, para dejar claro
por qué lo rechazaban. Si en su libro se demostraba algún error contra la
doctrina católica, obviamente él se retractaría. Pero, por supuesto, ese juicio
nunca se llevó a cabo, ya que todo fue movido sólo por odio.
Ahora bien, los Heraldos están en la misma: dispuestos a
subsanar o corregir eventuales errores doctrinarios –desde que sean demostrados
cabalmente- hasta el momento no tuvieron noticia alguna si sus argumentos de
respuesta a la visita apostólica fueron tomados en cuenta (sólo aclarando, que
obviamente estamos hablando de eventuales errores doctrinales contrarios a la
teología católica y al magisterio papal milenario, y no de “errores
doctrinales” relativos a las actuales contorsiones y bailecitos de la “iglesia de la Pachamama”).
Anti-Heraldos
– De hecho, los Heraldos del Evangelio,
en todo su marketing, proclaman de modo insistente que son católicos
apostólicos romanos. Esto se repite en su proselitismo, su recolección de
donaciones, sus uniformes y prácticas, y por fin en sus instituciones de
enseñanza. No hay una sola página de los Heraldos del Evangelio que no repita
hasta el cansancio esa afirmación. De este modo, llega a ser ofensivo que la
nota diga, en su contexto, que la autoridad eclesiástica no tiene injerencia
sobre los colegios de los Heraldos del Evangelio. En este sentido, la nota transmite
la idea que los HE quieren solamente quedarse con los beneficios de decirse
católicos romanos, pero se niegan a cumplir las responsabilidades de esta
condición.
COMENTARIO – Aquí el autor comete una confusión, lo que
muestra que él está fuera del tema. La cuestión de aceptar la “injerencia” del
cardenal en los colegios no tiene nada que ver con el hecho de ser o no católico.
El colegio es de laicos católicos, y no pertenece al Vaticano. ¡Por lo tanto,
entes eclesiásticos no pueden decidir sobre cuestiones prácticas que allí
ocurren, como por ejemplo obras, pinturas de las paredes, contratación de
funcionarios y, claro, hospedajes! Cualquier persona con un mínimo de
conocimiento jurídico sabría hacer esa distinción. ¿Un párroco que se hace
cargo de una parroquia sale y se ocupa de todo lo que pasa en las calles y
dentro de las casas de los feligreses? ¡La lógica es la misma!
Esto también no tiene nada que ver con la obediencia de los
religiosos en relación a sus superiores, pues el colegio, como fue dicho, es de
laicos, no ligados por votos.
La única obligación que ellos tienen como laicos es de observar la fe y las costumbres católicas, y la autoridad concreta que el cardenal allí tiene es también en materia de fe y costumbres (que, por cierto no deben ser su “especialidad”).
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| Cardenal Braz de Aviz |
Anti-Heraldos
- ni la Constitución ni la ley brasileña
permiten la renuncia a los derechos humanos fundamentales. Así, aunque haya
padres o tutores que autoricen violaciones, restricciones o amenazas a los
derechos fundamentales de los niños o menores bajo su responsabilidad, dicha
autorización no tendrá validez, ni por la ley ni por la moral.
COMENTARIO – ¿Sabría decir el autor del texto dónde hay
violaciones, restricciones o amenazas a los derechos fundamentales al interior
de las casas de los Heraldos? Realmente, son tantas las “violaciones” que ni
siquiera tres años de investigación por parte del Ministerio Público, con
derecho a un grupo de intervención, fueron suficientes para dar con los terribles
hechos que constaron en el relato de los difamadores y de los medios de
comunicación.
Anti-Heraldos
– Finalmente, es bueno señalar que el
Cardenal João Braz firmó su documento. También el periodista Guilherme Amado [de
Metrópoles] firmó su reportaje. Sería más leal, y demostraría seguridad de sus
posiciones, que alguna de las autoridades de los Heraldos del Evangelio, o al
menos un portavoz, firmase los documentos y notas que publica la institución.
COMENTARIO – La nota de los Heraldos fue un comunicado
institucional, y no un texto de opinión, ni una decisión emitida
individualmente por alguien. Por lo tanto no es necesaria su firma, porque es
un mensaje colectivo, y no personal.
Por otro lado, es curioso que el autor se haya molestado con
este asunto. Él mismo, no firmó el texto cuyos trechos reproducimos más arriba.
Observación: Por supuesto, que en este caso, el hecho de no
ser firmado no impide que se conozca la autoría, sobre todo en un mundo tan
pequeño. Sabemos, por ejemplo, que el autor fue de la sede de la Saúde, actualmente es abogado (no muy
brillante, al parecer), y vive en Brasilia.
Es lo que teníamos para decir por el momento…
P.S.: Ahora tenemos un perfil en Instagram. Síganos en el link: www.instagram.com/exarautosminas
Fuente: Nova temporada dos anti-Arautos
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