domingo, 25 de noviembre de 2018

El peso de las cosas “sin peso”

En nuestra sociedad con tantos rasgos materialistas donde el número, el precio, el tamaño imperan, se valora casi exclusivamente lo palpable, lo concreto.
Sin embargo sabemos que un consejo, un buen trato, una sonrisa pueden ser decisivos cuando queremos hacer el bien, hacer volverse hacia cosas más elevadas, tener ánimo para salir de situaciones difíciles.
Una experiencia científica comprobó esto: el peso de las cosas aparentemente "sin peso".
Un equipo de científicos americanos
¹ buscó evaluar los factores que contribuyen al crecimiento de los vegetales. Para ello plantaron brotes pequeños en enormes maceteros de tierra bien abonada.
Después de algunos años retiraron los ya crecidos arbustos o pequeños árboles. Limpiaron cuidadosamente las raíces, de modo que cualquier resto de tierra quedara en los maceteros.
Nada más ni nada menos que las reacciones orgánicas en las que los componentes eran: agua, aire y luz. Para dejar bien claro: el disparador de todo era... la luz del sol. Ésta determinaba la combinación de nuevos elementos a partir del agua, reaccionando con el aire y formaba elementos "de peso"... incluso físico.
Brotes semejantes, disponiendo del mismo suelo, de la misma agua y aire, pero sin luz solar, se debilitaban y morían.
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¿Por qué todo esto?
Porque para muchos hoy día sólo vale lo palpable: el dinero, el confort (cuando hay...), los bienes materiales, los placeres meramente animales... Hace falta el "Sol" del amor de Dios, de la confianza en Él que es Creador, Redentor y Padre.
Así también es en nuestra vida. Somos seres mezcla de materia y espíritu, cuerpo y alma. En nuestro ser, tiene preponderantemente "peso" nuestra alma. Si la sacamos del "Sol" de la verdad, del Bien y de lo Bello de Dios, ella se seca y "muere".
Vea, querido lector, lo que hace una cosa casi impalpable: el aire. Constate eso en los super tifones recientes: buena parte de algunos países casi totalmente destruidos por causa del aire...
Así, cuando nuestras vidas parecen debilitadas, anémicas, estériles, ¿no será por falta del "Sol", o sea de Dios? Piense en eso.
Publicado originariamente en: O peso das coisas “sem peso”
¹ John Pfeiffer e René Dubos, O raio de luz, fonte de energia vital, in A célula, Ed Time-Life, 1964, tradução brasileira: Ed Livraria José Olympio Editora, Rio de Janeiro, 1968, p. 32 e ss.