jueves, 18 de octubre de 2018

[Incluye Video] Inauguran y dedican nueva Capilla de los Heraldos del Evangelio en Nova Friburgo (Estado de Río de Janeiro, Brasil)

Monseñor Edney Gouvea Mattoso, obispo de Nova Friburgo, RJ
El pasado sábado 13 de octubre, fiesta de la última aparición de la Virgen en Fátima y conclusión del centenario de las apariciones de la Santísima Virgen a los tres pastorcitos, en solemne celebración eucarística fue inaugurada y dedicada la Capilla de Nuestra Señora de Fátima de los Heraldos del Evangelio, por Monseñor Edney Gouvêa Mattoso obispo diocesano de Nova Friburgo (centro norte del Estado de Río de Janeiro, Brasil).

La ceremonia contó con la participación de gran número de sacerdotes de la Sociedad Clerical de Vida Apostólica de Derecho Pontificio Virgo Flos Carmeli y del clero diocesano; honraron también la misma con su presencia diversas autoridades civiles y militares.

A partir de ahora la capilla Nuestra Señora de Fátima estará abierta a las visitas, los sábados y domingos, en las tardes. Las misas serán celebradas los domingos, a las 16h30. Para más informaciones sobre las visitas dirigirse al teléfono (22) 2523-4458 o al e-mail: arautosms@gmail.com




En la imposibilidad de estar físicamente presente en la ceremonia, Monseñor João Scognamiglio Clá Dias, fundador de los Heraldos del Evangelio, envió un mensaje que fue leído al final de la misa. Transcribimos algunos trechos del mismo:

[…] “Contemplar este nuevo edificio –en este caso en Nova Friburgo- erigido para el culto según el estilo propio al carisma de los Heraldos indica una realidad que merece ser considerada en esta fecha por nuestros corazones agradecidos: la cantidad de gracias que desde la colocación de la piedra fundamental hasta hoy fueron derramadas sobre este lugar, para que se llegase a la conclusión de la obra.
Si los ojos de todos pudiesen comprobar de manera sensible la asistencia celestial que acompañó cada paso del proyecto, ciertamente verían cuánto los ángeles actuaron con incansable perseverancia orientando el trazado de los planos, inspirando el diseño de las formas, la elección de los colores, la ejecución de todas las etapas. Pero, sobre todo, ellos encendieron en las almas el deseo de finalizar, más allá de todas las dificultades, este verdadero estandarte de la victoria de María enclavado en las montañas de Nova Friburgo. […] Es mi deseo que este templo sea un refugio de oración, de conversión, de reparación, Que la oración fervorosa de mis hijos e hijas delante del Santísimo Sacramento conquiste la apertura del Cielo para un torrente de favores divinos, como nunca antes se conoció en la historia de los Heraldos del Evangelio desde que iniciaron sus actividades en Nova Friburgo.

Que la intensa vida de la gracia que se desarrollará a partir de esta capilla atraiga numerosas almas al cambio de vida, conformándolas en todo con la Ley de Dios. Y, por fin, que el abandono a que la Virgen de Fátima tantas veces fue relegada por los hombres, reciba eximia reparación gracias al amor, al sacrificio y a la gloria que aquí le será tributada. […]