Por
Monseñor Joao Clá Dias, EP (XIX Domingo del
Tiempo Ordinario)
[…]”Por eso, vivir el memorial de la Muerte de Cristo en la Eucaristía implica recibir constantemente a María como Madre.
‘Significa asumir, al mismo
tiempo, el compromiso de conformarnos a Cristo, aprendiendo de su Madre y
dejándonos acompañar por Ella. María está presente con la Iglesia, y como Madre
de la Iglesia, en todas nuestras Celebraciones Eucarísticas. Así como Iglesia y
Eucaristía son un binomio inseparable, lo mismo se puede decir del binomio y
Eucaristía’.[…]”Por eso, vivir el memorial de la Muerte de Cristo en la Eucaristía implica recibir constantemente a María como Madre.
Que estas hermosas y profundas consideraciones, tan eucarísticas y marianas, nos ayuden a compenetrarnos mejor acerca de la sublimidad de este inmenso don de Dios a la humanidad así como también del papel de María en la devoción eucarística de los fieles, sean laicos o sacerdotes”. (Cfr. “Lo inédito sobre los Evangelios” Vol. IV pág. 294, Librería Editrice Vaticana).
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