Después de oír a más de 50 testigos, el padre Georg Schmidt, SJ, delegado
episcopal en el Tribunal para la Causa de Beatificación de María Aloysia Luise
Löwenfels,
religiosa de la Congregación de las Pobres Siervas de Jesucristo, muerta en el campo de Concentración de Auschwitz, declaró: “Mi impresión después del estudio de los testigos es: sí, aquí podemos hablar de una mártir”.
La fase diocesana del proceso de canonización de esta religiosa de origen judío llegó a su término, en Limburg, Alemania. Fue iniciado en octubre del año pasado, a pedido del administrador apostólico de la diócesis, monseñor Manfred Grothe, que solicitó el estudio de la vida de la hermana a un grupo de teólogos e historiadores. La pregunta central a responder por ellos era si, la candidata a la canonización murió por causa de su Fé.
El padre Schmidt hace notar que, aunque si bien tuviese presente el peligro al cual se exponía, la Hna. Löwfenls prefirió quedarse en el convento de la Orden en Holanda, donde residía, después de la ocupación del país por parte del ejército alemán, rechazando ofertas de su familia para llevarla, a Estados Unidos. También rechazó una oferta de la propia orden religiosa, para trasladarse a Inglaterra.
Fue hecha prisionera el 2 de agosto de 1942, junto con otros sacerdotes y religiosos de ascendencia hebrea, entre los cuales Santa Bendedicta de la Cruz, y deportada al campo de concentración de Auschwitz, donde falleció el 9 de agosto del mismo año. El padre Schmidt espera enviar, aún este año, las conclusiones de la comisión a la Congregación para las Causas de los Santos, en Roma.
Fuente: Revista “Heraldos del Evangelio”, Nº 176 Agosto de 2016 (edición en portugués).
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