En una de sus reflexiones diarias, difundidas a través de audios monseñor Jaime Fuentes, obispo de Minas se refiere a una de las enfermedades que afligen al mundo y, por cierto a nuestro país: la falta de esperanza.
Como inicio de su reflexión el
prelado, se basa en una reciente homilía del cardenal Daniel Sturla quien, para
referirse a la peculiar situación en que se encuentra el mundo entero, por causa
de la propagación del coronavirus afirmó que “nosotros los católicos tenemos
desde el punto de vista espiritual, la ‘vacuna’ para superar la falta de
esperanza que es una enorme enfermedad. Sí, una enfermedad que aflige al mundo
entero, y por supuesto también a nuestro país. ¡Esa ‘vacuna’ se llama Nuestro
Señor Jesucristo!”
Continuando con su homilía, el cardenal Sturla dijo: “imagínense lo absurdo que sería si un investigador hubiera encontrado una vacuna contra el virus, pero por una falsa humildad se le ocurriera pensar que hay mucha gente investigando como voy yo a pretender que mi vacuna sea tan buena. Seguramente hay otras tan buenas como ésta, hasta quizá haya otras que son mejores. Y que este investigador se quede con ella tranquilamente, tímidamente, cobardemente". […]
En su comunicación por audio, monseñor Jaime Fuentes relata: "hace ya un montón de años, aquí en Uruguay monseñor Miguel Balaguer, quien fuera obispo de Tacuarembó, decía muy acertadamente que nuestra enseñanza laica, gratuita y obligatoria, nos había condenado a los uruguayos a la ignorancia religiosa. Por ejemplo ayer hablábamos sobre el encuentro ecuménico de oración por las nuevas autoridades nacionales, en la catedral de Montevideo, y nos encontramos con varias crónicas periodísticas que hacen referencia a la “misa” que se celebró. ¡Cómo va a ser una “misa” algo celebrado por judíos, católicos, protestantes! ¡Pero por favor, hay una gran ignorancia religiosa y sobre algo tan elemental!
Son temas espirituales que entre nosotros se hablan muy poco. Recuerdo al Dr. Jorge Batlle decir que “no soy bautizado, mi hermana no es bautizada, no pertenezco a ninguna iglesia, pero voy a votar a favor de la permanencia de la Cruz del Papa, porque entre nosotros la laicidad, que es laicismo, se ha convertido en que no se pueda hablar de cosas espirituales, eso es un empobrecimiento para todo el mundo”.
Continuando con su homilía, el cardenal Sturla dijo: “imagínense lo absurdo que sería si un investigador hubiera encontrado una vacuna contra el virus, pero por una falsa humildad se le ocurriera pensar que hay mucha gente investigando como voy yo a pretender que mi vacuna sea tan buena. Seguramente hay otras tan buenas como ésta, hasta quizá haya otras que son mejores. Y que este investigador se quede con ella tranquilamente, tímidamente, cobardemente". […]
En su comunicación por audio, monseñor Jaime Fuentes relata: "hace ya un montón de años, aquí en Uruguay monseñor Miguel Balaguer, quien fuera obispo de Tacuarembó, decía muy acertadamente que nuestra enseñanza laica, gratuita y obligatoria, nos había condenado a los uruguayos a la ignorancia religiosa. Por ejemplo ayer hablábamos sobre el encuentro ecuménico de oración por las nuevas autoridades nacionales, en la catedral de Montevideo, y nos encontramos con varias crónicas periodísticas que hacen referencia a la “misa” que se celebró. ¡Cómo va a ser una “misa” algo celebrado por judíos, católicos, protestantes! ¡Pero por favor, hay una gran ignorancia religiosa y sobre algo tan elemental!
Son temas espirituales que entre nosotros se hablan muy poco. Recuerdo al Dr. Jorge Batlle decir que “no soy bautizado, mi hermana no es bautizada, no pertenezco a ninguna iglesia, pero voy a votar a favor de la permanencia de la Cruz del Papa, porque entre nosotros la laicidad, que es laicismo, se ha convertido en que no se pueda hablar de cosas espirituales, eso es un empobrecimiento para todo el mundo”.
Pues bien, ante esta realidad no debemos tener miedo de hablar de Dios, de los Evangelios, sobre todo en este tiempo de la Cuaresma. Tenemos la “vacuna”, y sabemos como combatir la falta de esperanza.