Días pasados, dentro del marco de las fiestas
patronales de Nuestra Señora de las Mercedes y de la diócesis de Mercedes, el
obispo diocesano Monseñor Luis Eduardo González impartió una didáctica charla sobre
la figura de la “Santísima Virgen y su presencia en la Eucaristía”.
Ésta se llevó a cabo en la catedral y fue acompañada con gran atención por los
asistentes.
Al inicio, Monseñor González se preguntó ¿Quién
fue la Virgen? Y basándose en textos bíblicos mostró como la Santísima Virgen
no es una persona cualquiera toda vez fue quien engendró a su hijo Jesús, Dios
encarnado en la naturaleza humana de su madre. De modo que no se puede la puede
separar de Cristo. “Cristo no improvisó una madre; al contrario la Virgen es
una madre de verdad”, afirmó. Y ella, la Virgen, está en el centro de la
espiritualidad cristiana católica, por lo tanto no hay verdadera espiritualidad
cristina sin una genuina espiritualidad mariana”. Y continuó, “ella fue partícipe
necesaria de la encarnación de Cristo y por lo tanto está presente espiritualmente
en el momento cúlmine de la misa, en el milagro de la transubstanciación, con
la conversión de las sustancias del pan y del vino en el cuerpo y sangre de
Jesucristo, a través de las palabras proferidas por el sacerdote”.
El obispo diocesano destacó en la Virgen María,
la sumisión y entrega completa a Dios, siendo ella un modelo a seguir por todos
los devotos marianos, y un camino imprescindible y seguro para llegar a su hijo
Jesucristo. "Hasta se puede afirmar que es un signo inconfundible del católico
el ser mariano, lo cual nos diferencia sustancialmente de las demás religiones
cristianas no marianas", concluyó Monseñor González.
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