Participaron también autoridades y fuerzas vivas del departamento de Soriano quienes, en uno de los momentos más emotivos, condujeron el pabellón nacional y la bandera del Departamento de Soriano para ser colocadas a los pies de la Virgen de los Treinta y Tres.
En su homilía Monseñor González
destacó la importancia de aquel 25 de agosto de 1825 cuando la Sala de
Representantes encabezada por el Padre Juan Francisco Larrobla y reunida en la localidad
de Piedra Alta, Florida proclamó la Declaratoria de la Independencia de la
Provincia Oriental de todo poder extranjero. Convencionales que, posteriormente
con su presidente a la cabeza, acompañados de los funcionarios civiles del
gobierno y de los jefes militares, se dirigieron al templo parroquial para
pedir a Dios la prosperidad de la patria naciente y ponerla bajo la protección
de la Virgen María, frente a la antigua imagen del Pintado, que con el paso del
tiempo fue conocida por los orientales como Virgen de los Treinta y Tres.
Más adelante, el obispo destacó, que ese proceso que concluyó en Piedra Alta había tenido su origen en el Grito de Asencio de 1811, donde Nació la Patria, por lo cual tiene especial relevancia para estas tierras. Recordó además que la Iglesia católica ya estaba antes de la Declaratoria de la Independencia, y que aquella Iglesia tenía la presencia y el número de fieles que hoy no tiene, y que a pesar de ser esto, en nuestros días cuenta con la misma fuerza de otrora: ¡la fuerza y el apoyo de Dios!
Finalmente rogó a la Virgen de
los Treinta y Tres muy especialmente por nuestra Patria, por todos aquellos
orientales que ya estuvieron y por los que vendrán y por las autoridades sobre
las cuales recae la importante responsabilidad de velar por todos los
ciudadanos y ciudadanas de nuestro departamento.
Fotos: Maxi de la Cruz Gareta
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