Lo que se inició hace siete años, como algo muy discreto, por parte de un grupo de fieles, devotos de la Virgen María, ha ido creciendo con grandes frutos para aquellos que asisten de un modo u otro.
Esta ceremonia de carácter marcadamente mariano estuvo encabezada por el Cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo, quien estuvo acompañado por sus obispos auxiliares, Mons. Luis Eduardo González y Mons. Pablo Jourdan, y por el obispo de la diócesis de Minas Mons. Jaime Fuentes.
Numerosos sacerdotes atendieron, también a numerosos fieles que solicitaron el sacramento de la Reconciliación.El rezo del santo Rosario, a los pies de la imagen de la Virgen estuvo a cargo de los sacerdotes Fabián Barrera y Luis Ferrés, y de la hermana Carina, siendo acompañados con gran fervor por las más de 20 mil personas asistentes , destacándose muchos grupos familiares.
En las palabras de acogida a la imagen de la Virgen el cardenal manifestó calurosamente: “¡Qué bueno, somos muchos! Esto quiere decir que la Iglesia está más viva que nunca, y estamos contentos de querer a la Virgen”.
Más adelante expresó: “les quiero decir que, me salen tres vivas del corazón; primero, ¡viva la vida!, porque como cristianos somos defensores de toda vida humana desde la concepción hasta su muerte natural. Amamos la vida y discordamos con aquellos que quieren destruirla. En ese sentido me recuerdo de la frase ‘Ánimo la vida puede más’, como decía una mártir andaluza de la Guerra Civil Española antes de ser fusilada junto a otros 18 compañeros. Por esto pidamos que se abra el Cielo para nuestro querido Uruguay, para que el buen Dios y la Virgen derramen sus bendiciones y la vida triunfe sobre el aborto, sobre la violencia doméstica, sobre la violencia contra los niños, contra las mujeres, contra la delincuencia, sobre el suicido. Repitamos como la mártir andaluza ‘Ánimo compañeros, la vida puede más’. Se trata de una frase cristiana, católica, que no nos la roben; es la frase que expresa el amor por la vida, de una mártir”.
El arzobispo continuó con el segundo “viva”: “Defendamos el ideal cristiano de familia: papá, mamá y los hijos, y ese ideal lo defendemos, a pesar de saber que, como Iglesia no somos un club de perfectos. ¡Viva la familia!”
Y el tercer “viva”: “no puede ser otro sino ¡Viva María! Nuestra Madre, modelo de mujer. Les comento que, por ejemplo, en el Líbano recientemente el ejército erigió una imagen enorme de la Virgen en un cerro, para que sea señal de paz […]. Nosotros queremos a María y la veneramos, y quisiéramos que esté presente aquí para siempre su imagen, su estatua. Todas las veces que paso por esta plaza, rezo tres Avemarías y sé que esta plaza es de María. Y, algún día tendremos a nuestra Madre María aquí en la Rambla, pero no tenemos que olvidar que ya la tenemos en nuestro corazón!”. En sus palabras finales pidió muy especialmente y en unión con el papa Francisco por los pueblos de Latinoamérica que sufren poniendo énfasis en Venezuela.
A este Gran Rosario de las Familias, año a año se suman también delegaciones de diversos países, no sólo los limítrofes.
Fotos: @icm_uy y @pabloabdala66
Video: RosarioBendiciones/FB
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